La biopelícula es una capa delgada y viscosa de bacterias que se adhiere a las superficies de la boca, como la lengua, las encías y los dientes.

Cómo avanza la biopelícula hasta convertirse en la enfermedad de las encías

Todos tenemos biopelícula, incluso los más entusiastas del cepillado dental, de la limpieza con hilo dental y del uso de enjuagues bucales, porque la película viscosa se pega a casi cualquier superficie húmeda (esto también sucede en la naturaleza: piensa en las piedras resbaladizas o en el casco resbaloso de una embarcación). Si te cepillas, usas hilo dental y te enjuagas con regularidad, puedes reducir la biopelícula al mínimo. Pero ante la falta de hábitos de cepillado, uso del hilo dental y enjuague, la biopelícula puede acumularse y convertirse en placa dental, que puedes ver a simple vista (suele ser de color amarillo pálido).

La biopelícula más gruesa puede irritar las encías y estimular la respuesta inflamatoria del organismo. Esto hará que las encías se vean enrojecidas e inflamadas, en lugar de que tengan un color rosado normal sano y estén firmes. Si no se trata, la gingivitis, la primera etapa de la enfermedad de las encías, que es totalmente reversible cuando se toman medidas rápidamente, puede evolucionar hasta convertirse en enfermedad gingival grave, conocida como periodontitis, que puede infectar el hueso.

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