SENSIBILIDAD DENTAL

PROTEGER EL ESMALTE PREVIENE LA SENSIBILIDAD DENTAL

El esmalte es como el amigo que no valoras hasta que ya no está.

¿POR QUÉ ME DUELEN LOS DIENTES?

La sensibilidad aparece cuando se pierde el esmalte dental o la cubierta suave de la raíz, llamada “cemento dental”, o cuando las encías se retraen y la raíz del diente y la dentina quedan expuestas. Entre las causas del daño se incluyen cepillar de más los dientes con técnicas inadecuadas o usar un cepillo muy duro, consumir comidas azucaradas y ácidas, y rechinar los dientes. El dentista podría referirse a este dolor como “hipersensibilidad dentinaria”.

CÓMO PROTEGER EL ESMALTE Y PREVENIR LA SENSIBILIDAD DENTAL

El esmalte protege los dientes del calor y del frío; por eso, lo mínimo que puedes hacer es protegerlo de la erosión y de la sensibilidad dental. Sin embargo, si no lo tienes en cuenta, se irá para no regresar nunca más, y te dejará la dentina expuesta. De modo que sé un buen amigo del esmalte y empieza a protegerlo con estos pasos sencillos.

Una buena manera de comenzar es tomar más conciencia de las bebidas y de los alimentos ácidos que consumes, y limitar su cantidad y cuándo los disfrutas. Los alimentos, como las frutas cítricas y los tomates, o las bebidas, como el café y el jugo de naranja, erosionan el esmalte. Intenta consumirlos solo en los horarios de las comidas y luego enjuágate la boca de inmediato con agua para proteger el esmalte. Si puedes, toma un vaso de leche o come un trozo de queso de postre, a fin de neutralizar el ácido de la comida. Si optas por cepillarte, espera por lo menos 1 hora después de haber consumido las bebidas o los alimentos ácidos. Estos suelen ablandar el esmalte, lo que puede hacer que el cepillado sea más doloroso que beneficioso para los dientes. Y cuando salgas a disfrutar de bebidas ácidas, no debes olvidar que una pajilla siempre es una buena idea.

El alimento es importante, pero ¿sabías que con solo tener sequedad bucal podría aumentar la cantidad de ácido en la boca? La saliva y otros líquidos enjuagan los ácidos que producen las bacterias, lo que te protege los dientes. ¿Tienes sequedad bucal de forma natural? Solo recuerda tener agua cerca y beberla durante todo el día. El chicle sin azúcar también es excelente para la sequedad bucal porque estimula la producción de saliva, además de que te refresca el aliento.

Por último, asegúrate de que tus hábitos de cuidado oral sean de ayuda para los dientes y de que no les causen daños. Usa siempre un cepillo de dientes suave y no te cepilles muy fuerte.